En
horas de esta madrugada ha sido asesinado en el ejercicio de su profesión otro
chofer del taxímetro. Otro trabajador, otro compañero, que sale de su
hogar a ganarse el pan de cada día, y no vuelve más al cobijo de su familia. Era
además en este caso, un compañero ya jubilado, que seguía trabajando, porque en
este país las jubilaciones son una miseria, y porque en nuestro sector, la
informalidad, el trabajo en negro, la sub-aportación son el pan nuestro de cada
día, sin que las autoridades del BPS o el MTSS se muestren preocupadas por el
hecho.
Nuevamente los trabajadores
organizados en nuestro sindicato junto con el pueblo todo debemos lamentar un
fallecimiento que no es otra cosa que la más pura consecuencia de décadas de descomposición del tejido
social gracias a la aplicación de un sistema económico y social injusto y
desigual que beneficia a un puñado de privilegiados y enfrenta pobres contra
pobres, arrastrando a miles de hijos del pueblo a la criminalidad y la
violencia.
En estas horas, y para
despejar cualquier incertidumbre sobe nuestra palabra, los trabajadores organizados queremos recordar a la opinión pública y
a todo el sistema político que nosotros no nos subimos al carro de la derecha,
no reclamamos policía militarizada, baja de la edad de imputabilidad, gatillo
fácil, ni ninguna de las múltiples propuestas que los adoradores de la
dictadura viene a plantear para cumplir con sus trasnochadas fantasías de mano
dura; sino que, al contrario hemos propuesto múltiples medidas paliativas de
distinto tipo para dar mayores garantías a los compañeros y compañeras que
salen a desempeñar su labor.
La
principal de ellas, que fue conseguida por medio de una victoriosa huelga de nuestro
sector, es la mampara de seguridad, con lo que se redujo los muertos en el
departamento de Montevideo de nueve cada año a uno cada dos años.
Esto es esencial tenerlo
presente, pues los cuatro anteriores choferes muertos del sector taxímetro lo
han sido en diferentes puntos del interior del país: Treinta y Tres, Bella
Unión, Maldonado y Salto, lugares donde la mampara no ha sido adoptada aun, y
en donde el poder político departamental esos se resiste a la aplicación de una
medida que ya se ha demostrado efectiva para aumentar notablemente los niveles
de seguridad de los trabajadores del volante. Así, con esta indiferencia
política, es como hemos llegado a 6 muertos del sector en menos de dos años.
Podrán los patrones y los
políticos salir al circo mediático a mostrarse dolidos por esta nueva muerte,
pero su campaña en Montevideo en contra la mampara, el completo incumplimiento
de las normas de seguridad por nosotros conseguidas, y las presiones sobre las
trabajadoras radio-operadoras en las diferentes radiotaxis para que sigan procesando
viajes en vez de atender a los choferes en riesgo son la demostración más clara
de que lo que dicen es falso, que no les importa la vida de los trabajadores.
Ellos están tranquilos y seguros en sus sillones, mientras miden las vidas
obreras en pesos y votos.
Nuestra
organización sindical no faltó ni faltara una sola vez al compromiso con la
memoria del compañero fallecido, y se encuentra acompañando en estas trágicas
horas a su familia, con paralización de actividades, desde el momento mismo de
enterada de la situación y al menos hasta el final del sepelio.
Convocamos también el resto
de las organizaciones sindicales del transporte a recordar y aplicar sin ningún
tipo de vacilaciones la resolución de la última asamblea general de los
trabajadores del transporte que indica, con meridiana claridad, que ante la
muerte de un compañero trabajando, la medida a tomar es un paro general de 24
horas de todos los trabajadores del transporte.
Contra la Violencia,
TRABAJO!!!
SUATT - UNOTT
- PIT-CNT
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